martes, 13 de febrero de 2007

Inculta de mí, he conocido la existencia de esta mujer por sus libros, por el círculo de lectores.Es todo un ejemplo de superación y me ha impresionado mucho su historia.Hay que excarvar mucho, pero se encuentran personas excepcionales de vez en cuando.

Os he encontrado este artículo del que solo os muestro un pedacito, por un lado para que la conozcáis si no tenéis el placer, pero por otro para reflexionar sobre la eterna frase del que el ser humano es capaz de lo mejor, de lo más bello, pero a la misma vez de lo más horrible. Cómo pueden coexistir formas tan bellas de expresión, en arquitectura, escritura, en el folclore(que a mí me llega del todo), con "expresiones" tan salvajes como, entre otras muchas para desgracia de todos, las que han marcado la vida de Ayaan Hirsi Ali.

Ayaan Hirsi Ali: «Una mujer es sólo media persona en el mundo musulmán»
«La chica que se rebela y es asesinada por su padre envía a las demás el mensaje de que es mejor obedecer», denuncia la ex diputada holandesa
CÉSAR COCA c.coca@diario-elcorreo.com/MADRID

Su nombre significa en somalí 'afortunada', pero la infancia y adolescencia de Ayaan Hirsi Ali no fueron las de una persona con suerte: sufrió la ablación del clítoris, un predicador musulmán la golpeó hasta causarle una fractura de cráneo, intentó suicidarse ingiriendo una gran cantidad de pastillas, vistió burka, se unió a la Hermandad Musulmana y, obligada por su padre, contrajo matrimonio con un hombre al que no conocía.
A los 20 años decidió buscar la fortuna que su nombre le vaticinaba: escapó a Holanda, consiguió la nacionalidad, estudió Ciencias Políticas, se convirtió en defensora de la causa de las mujeres en el Islam, fue elegida diputada por el Partido Liberal -dimitió el año pasado- y escribió el guión para un cortometraje de denuncia que filmó Theo van Gogh, quien fue asesinado por ello. En su cadáver, clavada con un cuchillo, apareció una carta en la que el asesino le anunciaba que sería la próxima víctima.
Con semejante biografía, no extraña que Ayaan Hirsi Ali haya hecho frente a la amenaza y siga denunciando la violencia contra las mujeres en el Islam. Esta semana ha presentado en España su biografía, 'Mi vida, mi libertad' (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores), un documento muy duro pero escrito con la esperanza de que, como dice en una entrevista concedida a este diario, llegue el día en que una musulmana deje de ser sólo media persona.

"A menudo, no se nos envía a la escuela; si podemos ir, se nos saca de ella a mitad de los estudios; nos obligan a casarnos; nos practican la ablación del clítoris; nos fuerzan a obedecer sin ápice de cuestionamiento, lo que en la práctica, en la vida cotidiana, es una negación de tu vida intelectual y sexual, de tus ideas, de tu libertad de movimiento. Ser una mujer musulmana es como ser medio ser humano. Das a luz, cocinas, te ocupas de tu entorno doméstico. Si vives en una familia rica, te aburres porque no sabes qué hacer con las horas, horas y horas de tiempo libre. Si vives en una familia pobre, no paras de trabajar todo el día y nadie te da las gracias. Simplemente, ése es tu lugar"

Artículo parcial extraído del Correo Digital, día 27 de Enero de 2007.
Foto de Lourdes Delgado.

1 comentario:

Lydia dijo...

Perdón por excarvar y no escarbar, yo es que soy así de fuerte jajajajajaja

Gracias Joselito!